Biografia de Padre Pío
El Padre Pío nació en el seno de una sencilla, humilde y religiosa familia de agricultores, el 25 de mayo de 1887, en una pequeña aldea del sur de Italia, llamada Pietrelcina.
A la edad de 15 años hizo su ingreso en el Noviciado de los Frailes Menores Capuchinos, en la localidad de Morcone. Fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1910, en la Catedral de Benevento. Ocho años más tarde, el 20 de septiembre de 1918, aparecieron visiblemente las llagas de Nuestro Señor en sus manos, pies y costado izquierdo del pecho, haciendo del Padre Pío el primer sacerdote estigmatizado en la historia de la Iglesia.
Fue heroico en su apostolado sacerdotal, que duró 58 años. Grandes multitudes, de todas las nacionalidades, pasaron por su confesionario. Las conversiones fueron innumerables.
A través de sus cartas al confesor, se descubren insospechables y tremendos sufrimientos espirituales y físicos, seguidos de dicha inefable, fruto de su íntima y continua unión con Dios y de su ardiente amor por la Eucaristía y por la Santísima Virgen.
El Señor lo llamó al premio celestial el 23 de septiembre de 1968. El Padre Pío fue sepultado en la cripta del Santuario de Ntra. Sra. de las Gracias, en San Giovanni Rotondo, meta de un número cada vez mayor de peregrinos de todo el mundo.
Las etapas de su Causa de Canonización han sido las siguientes: 20 de marzo de 1983, inicio del proceso diocesano; 21 de enero de 1990, clausura del predicho proceso; 18 de diciembre de 1997, lectura del decreto sobre la heroicidad de las virtudes; 21 de diciembre de 1998, promulgación del decreto sobre el milagro para la Beatificación; 2 de mayo de 1999, Juan Pablo II lo declara Beato; 26 de febrero del 2002, promulgación del decreto sobre el milagro para la Canonización; 16 de junio del 2002, Juan Pablo II lo declara Santo.
A la edad de 15 años hizo su ingreso en el Noviciado de los Frailes Menores Capuchinos, en la localidad de Morcone. Fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1910, en la Catedral de Benevento. Ocho años más tarde, el 20 de septiembre de 1918, aparecieron visiblemente las llagas de Nuestro Señor en sus manos, pies y costado izquierdo del pecho, haciendo del Padre Pío el primer sacerdote estigmatizado en la historia de la Iglesia.
Fue heroico en su apostolado sacerdotal, que duró 58 años. Grandes multitudes, de todas las nacionalidades, pasaron por su confesionario. Las conversiones fueron innumerables.
A través de sus cartas al confesor, se descubren insospechables y tremendos sufrimientos espirituales y físicos, seguidos de dicha inefable, fruto de su íntima y continua unión con Dios y de su ardiente amor por la Eucaristía y por la Santísima Virgen.
El Señor lo llamó al premio celestial el 23 de septiembre de 1968. El Padre Pío fue sepultado en la cripta del Santuario de Ntra. Sra. de las Gracias, en San Giovanni Rotondo, meta de un número cada vez mayor de peregrinos de todo el mundo.
Las etapas de su Causa de Canonización han sido las siguientes: 20 de marzo de 1983, inicio del proceso diocesano; 21 de enero de 1990, clausura del predicho proceso; 18 de diciembre de 1997, lectura del decreto sobre la heroicidad de las virtudes; 21 de diciembre de 1998, promulgación del decreto sobre el milagro para la Beatificación; 2 de mayo de 1999, Juan Pablo II lo declara Beato; 26 de febrero del 2002, promulgación del decreto sobre el milagro para la Canonización; 16 de junio del 2002, Juan Pablo II lo declara Santo.